La palabra fósil proviene
del latín, idioma que hablaban los antiguos romanos;
deriva de una palabra cuyo significado era “excavar”.
Este término se ha utilizado desde hace mucho tiempo
para nombrar los restos o huellas de organismos que se encuentran
en las capas de la Tierra y que se ponen al descubierto excavando.
Los fósiles permiten, en general, conocer la historia
de la vida sobre la Tierra, reconocer las condiciones ambientales
que existieron en el pasado y, en muchos casos, calcular,
con cierta exactitud, la edad de las rocas y capas que componen
la corteza terrestre. |